Según la muy sesgada opinión de Francisco García
La música es una parte muy importante de mi vida, eso no es un secreto para las personas que me conocen, de hecho, no comprendo a los individuos que les preguntas -¿qué tipo de música escuchas?- Y te contestan -de toda, realmente escucho lo que ponen en la radio o en la oficina-, mi mente, automáticamente, les pone una etiqueta de “monstruos”.
¿Quién no ha llorado borracho cantando con el corazón roto?¿Quién no ha cantado con sus amigos en una fiesta a todo pulmón?, ¿quién no ha cantado en la ducha haciendo la coreografía perfecta de Can’t get you out of my head de Kylie Minogue? En fin, ejemplos hay millones, la música es una de las cosas que nos hace sentir vivos y cuando nos sentimos muertos nos hace sentir placer en la agonía.
La música ha hecho mancuerna con la gráfica desde el comienzo de su historia y es tan importante esta conexión que algunos de nosotros, ajenos totalmente a la discografía de un artista, sí que tenemos grabada la portada de cierto disco (sí, ya sé que todos en este punto se están imaginando la portada de Abbey Road de The Beatles). Así que con esto en mente me dispongo a hacer un conteo de las 5 mejores portadas discográficas de todos los tiempos, según mi nada humilde opinión.
Spoiler alert: no encontrarán ningún disco de The Beatles porque los odio.
5. To Pimp a Butterfly – Kendrick Lamar (2015)
Empezamos recio. No es novedad para ninguna persona, inclusive fuera de los Estados Unidos, que la comunidad afroamericana ha sido históricamente presa de opresión, abusos, violencia, marginación y todos los males que se le puedan hacer a un grupo de personas, y hay varios artistas que han usado su arte como lienzo para visibilizar todas estas injusticias. Kendrick Lamar (a quien yo considero el rapero más grande de nuestra época) no es la excepción, quien para su tercer álbum (por muchos considerado uno de los mejores discos de rap de la historia) utilizó un fotomontaje de miembros de una pandilla frente a la Casa Blanca mientras tienen rehén al que parece un juez blanco de la suprema corte de justicia. Lejos de glorificar la violencia como medio para resolver problemas, esta portada es el resultado de un contexto complicado, donde los abusos continúan y las soluciones a través de los años parecen llegar a cuentagotas, mientras los afectados reclaman justicia de cualquier manera posible.
4. Unknown Pleasures – Joy Division (1979)
Esta es una de las portadas más famosas de toda la historia, inclusive personas que no conocen a Joy Division o han escuchado alguna vez su música pueden recordarla. La imagen tiene una historia muy interesante, pues los miembros de la banda obtuvieron esta gráfica que muestra la señales emitidas por un púlsar de una página de la Cambridge Encyclopaedia of Astronomy y se la dieron a su diseñador Peter Saville diciéndole que era la primera representación jamás captada de su naturaleza. Asombrados por la imagen tan misteriosa e hipnotizante acabaron usándola como portada de su álbum debut. Lo curioso de esta anécdota es que no era la primera imagen de un púlsar en la historia y el autor de la gráfica usada fue un científico llamado Harold D. Craft, Jr. quien la empleó por primera vez en su tesis de doctorado llamada Radio Observations of the Pulse Profiles and Dispersion Measures of Twelve Pulsars. Él y sus compañeros de clases desarrollaron el programa que creó esa gráfica y con asombro descubrió años después su imagen siendo usada por jóvenes en playeras, posters y la carátula del mítico disco. Al final él compró todos y cada uno de los artículos promocionales del álbum orgulloso de que su imagen hubiera llegado tan lejos.
3. Nevermind – Nirvana (1991)
Esta es una de las portadas que su significado ha sido normalizado e inclusive ignorado dado el gran estatus de ícono del álbum. Este disco tomó por sorpresa a todos: a la banda, a la disquera, al productor musical y a la sociedad. Nadie pensó que esta compilación de 13 tracks fuera a cambiar la historia del rock para siempre, tanto que toda la primera parte de la gira promocional del material planeada en pequeños venues fueron rápidamente sobrellenados por los nuevos fans de la banda. Estos jóvenes músicos literalmente pasaron de la noche a la mañana de perfectos desconocidos a estrellas del rock en una época donde sin TikTok lograr esto era prácticamente imposible. El significado de la portada del disco es simple, pero potente: desde que nacemos nos la pasamos buscando dinero hasta el día en que nos entierran en nuestro ataúd.
2. Rage Against the Machine – Rage Against the Machine (1992)
Una de las más grandes bandas de todos los tiempos, famosos por sus mensajes políticos y revolucionarios, además de su música llena de energía y poder debía tener una portada ad hoc. Thích Quảng Đức fue un monje budista vietnamita que el 11 de junio de 1963 se inmoló como forma de protesta en una de las calles más transitadas de la entonces ciudad de Saigon, esto para visibilizar la persecución de budistas por parte del gobierno de Ngo Dinh Diem. Este hecho conmocionó al mundo e hizo que el entonces presidente de los Estados Unidos John F. Kennedy retirara todo el apoyo de su gobierno al de Diem. Además de que el fotógrafo que tomó la terrible –pero honorífica– escena Malcom Browne ganó el World Press Photo of the Year. Un encuadre de la foto sirvió como portada del álbum debut de la banda.
1. Adore – The Smashing Pumpkings (1998)(2014)
Este es probablemente el disco más odiado e infravalorado de esta banda, de hecho, el vocalista Billie Corgan en una entrevista dijo que era el disco de “una banda cayéndose a pedazos” y no faltaba más, el baterista Jimmy Chamberling fue despedido de la agrupación meses atrás seguido de un arresto por posesión de drogas, Corgan estaba lidiando con su divorcio y muerte de su madre entre otros problemas personales y la banda en sí venía del tremendo éxito de su álbum pasado Mellon Collie and the Infinite Sadness que les dio su lugar en la historia del rock (sí, claro, prácticamente todas las canciones que la gente conoce de esta banda vienen en este disco). Todas las expectativas de las personas estaban puestas en este álbum y Corgan y los demás miembros de la banda no estaban fluyendo. Después de mucha tensión y un frontman que básicamente decidió hacer todo (o casi) él mismo, el sonido resultante fue perfecto. Las melodías, imagen y letras que componen la obra son una combinación de algo obscuro y hermoso al mismo tiempo, algo que solo podría catalogarse como fine art mezclado con ritmos electrónicos marcados por la sustitución de su baterista por una caja de ritmos. Si bien Corgan había comenzado a afeitarse la cabeza desde el disco anterior fue en este que comenzó la imagen goth tan característica de la banda. Para la portada colaboraron Frank Olinsky, Yelena Yemchuk y el propio Corgan, crearon una sesión fotográfica con la modelo Amy Wesson quien usó un vestido rojo sangre que se fundía con la fotografía o pintura de una flor del mismo color en el suelo. Si bien la imagen original era otra toma en blanco y negro, a la que se refiere este artículo es a la portada del vinil de la reedición de 2014.
Mención honorífica: Piel de Niña – Alejandro Fernández (1993)
Sin palabras, solamente arte.