¿Por qué fracasan los freelance?

Aunque el título parece indicar que arremeteré contra el gremio del diseño, en esta ocasión no será así. No solamente porque los diseñadores “siempre hacemos todo bien”, sino porque quiero hacer una reflexión sobre aquellos trabajadores independientes de cualquier oficio o profesión.

Sin embargo, y como mera anécdota (entre grandes parentesis), el día de ayer platicaba con un cliente con quien hemos trabajado durante años y a quien realmente hemos ayudado a generar grandes ingresos (solamente en 2019 facturó más de 12 millones de dólares). Me decía que el siguiente proyecto, que consiste en la comunicación para un desarrollo de 50 terrenos de medio pelo ($400,000.00 aproximadamente por cada uno de ellos) y que le representarán una utilidad estimada de 4 a 6 millones de pesos a mediano plazo, NO lo haríamos nosotros, (WTF) pues un diseñador freelance se lo hará por $7,000.00 (solo un 96 % más barato que TiposLibres).

Le deseé el mayor de los éxitos y me quedé pensando que el problema no es suyo, o no del todo,  finalmente él puede gastarse esa cantidad en una comida y apostar el mismo monto en un proyecto que implica 20 millones de pesos.  El problema es de quien cobra sin saber cuánto va a repercutir –en términos de ganancia– su trabajo. No está mal cobrar “barato” o inclusive no cobrar si vas a ayudar a un amigo o a una pyme, pero…

En fin, regresando al tema y siguiendo el mismo hilo, ¿por qué fracasan los trabajadores independientes?  Porque no entienden el concepto de SERVICIO. Todo servicio es un intangible y el cliente puede formarse una idea sobre la calidad del servicio –antes de  consumirlo– en base a dos aspectos: la búsqueda y la credibilidad*.

En México hay un estimado de 14 millones de trabajadores independientes, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y, según datos de Workana, 42% corresponde a mujeres entre los 21 y 30 años.

Recientemente me metí en la emocionante y desgastante tarea de remodelar un viejo departamento en la ciudad de Oaxaca, (de manera virtual para estar ad-hoc a los tiempos). Un pequeño espacio que abrió sus puertas a familares, amigos, familiares de familiares y todos los hermanos que ocupamos en su momento este espacio como refugio de divorcios, bar, hotel, etc. etc. Y como siempre pasa, todos lo disfrutamos y nadie puso un peso por su mantenimiento. Ahora será “el lugar” o “el depa de la güera” donde mi Santa madre pasará sus últimos 100 años de vida. Ha sido una aventura llena de aprendizajes, desde reafirmar la máxima que los amigos siempre apoyarán más que la propia familia, hasta entender por qué no progresan y fracasan muchos trabajadores independientes. Y para muestra estos botones:

1.- ¿Retapizar un sofá cama para cuando vaya a ver a mi madre o comprar uno nuevo?  ¡RETAPIZAR! Pues así ayudas a la economía local y todos ganan.  

Contacto a 3 tapicerías de la “exclusiva”colonia reforma, solo una responde, muy amable por cierto, y me resulta ideal pues su local se encuentra a tan sólo 2 minutos del departamento. Por su carga de trabajo me pide que le dé 2 semanas de margen para ir por el sillón (a 2 minutos) y 2 semanas para entregarlo terminado. Le explico que estoy en otra ciudad y que  necesito confiar mucho en ella (el cliente normalmente tiene expectativas respecto a cómo se prestará el servicio y por quién). Pasaron 2, 3, 4 semanas y me contacta para decirme que ya irá por el sillón. –“Muchas gracias, pero lo compré en COPPEL (de contado, aclaro) la semana pasada y llegó en 3 días”–, by the way, más barato que la retapizada y con un servicio de excelencia que jamás imaginé de esta tienda tan menospreciada por los FIFÍS a los cuales pertenezco.

2.- Recuperemos un vitral y busquemos quien pueda restaurarlo (si Oaxaca está lleno de vitrales alguien sin duda podrá). Exactamente la misma historia: buscar a proveedores hasta encontrar al elegido. –“Señor Espinoza, gracias por contactarme,  no quiero quedarle mal, así que me comprometo a pasar por él en 3 semanas y se lo tengo en 3 días.”– Vamos por la semana 6 y el vitral sigue esperando.

3 –“Yo con mucho gusto le armo su cocina Señor Eduardo”– dijo el carpintero (el tercero, por cierto) –“Perfecto señor carpintero, yo le mando planos exactos del armado y todo el material desde mi pueblo, pues no encontré quien la hiciera en una semana en Oaxaca”– expresé. –“Pero, por favor, no se equivoque, todo va a la medida”–.

¿Qué pasó?  Que como a él no le gusta que le den planos porque su creatividad es suficiente y al cortar donde no debía y ver que le sobraban piezas, simplemente emprendió la graciosa huida y desapareció del mapa con el anticipo y cocina trunca.

A mi edad ya estas situaciones me dan un 5% de muina (para los de poca jerga que no sepan… Enojo, disgusto, “mira como hace muinas”) y bilis y un 95% de risa.  

La calidad y consistencia de los servicios está sujeta a gran variabilidad debido a que son prestados por personas y el comportamiento humano es difícil de controlar*. Pero, ¿cómo salir de esta crisis si no nos apoyamos todos? ¿Y cómo apoyarnos todos si no damos un excelente servicio? 

Ahora bien, el excelente resultado que hemos tenido con la remodelación ha sido gracias a mi querido amigo Gabriel Santos (Pemaga construcciones) quien sin ningún interés ha realizado con perfección milimétrica todo lo relacionado a la obra. 

¿A qué se deberá esta abismal diferencia? ¿Será que él tiene una empresa y no es un freelance?  ¿Será que la vida en el sur lleva otro ritmo?

Será que aún no se llenaba la luna,

Será que el tiempo fue menguando nuestras ganas…

                                                  Será…

O simplemente hasta que la crisis nos alcanza como freelance y entendemos que los servicios que ofrecemos son: Intangibles, perecederos, inseparables y variables*, entonces y solo entonces intentaremos profesionalizarnos. 

Mientras más consentido y emocionado se sienta el cliente, mayor será su lealtad y mayor el crecimiento sostenido de nuestros ingresos.

Un cliente no compra una idea te compra a TI.

En Tipos Libres nos llevo solo 10 años entenderlo y aun nos falta. 

Ustedes ¿qué opinan?

*Información de ADVANCED NETWORK CONSULTING

4 respuestas a “¿Por qué fracasan los freelance?”

  1. Este texto debería ser materia de universidad, porque es de los primeros topes de realidad en la vida profesional. Muchas veces vale más la formalidad y confianza que el talento.
    La otra cara de la moneda es el fino y adrenalínico arte de saber diferenciar entre el servilismo y el servicio,; cosa que, si no se analiza, puede acabar en divorcios, estrés post-traumático, rotación de personal, alcoholismo o en harakiris cotizados 96% por debajo de la dignidad y el valor profesional.
    Por cierto las infografías del texto, una chulada.

  2. Muy atinadas tus observaciones Eduardo. Y el gremio de trabajadores independientes seguirá creciendo. Por este motivo están surgiendo plataformas (digitales obviamente) que buscan arroparlos para subsidiar las brechas que muestran al proporcionar una experiencia de servicio de calidad.

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