Hoy más que nunca tenemos que pensar en plural, en el gran colectivo que somos, en el impacto que nuestras decisiones pueden tener en nosotros pero también en los demás. No sabemos si el daño es a propósito o irresponsabilidad de nosotros mismos, pero seguro es una pausa para que nuestro planeta respire y se vuelva a cargar de la energía que nos estamos acabando.
Ya no hay lugar seguro. En nuestra mente nos caben todos y empezamos a desearle el bien al amigo, compañero, vecino y hasta el desconocido. Necesitamos que no se enfermen y así no enfermarnos. Si los demás están bien, yo estaré bien y, a riesgo de perdernos en el aislamiento, existe una sola alternativa: SER MEJORES JUNTOS, SER EQUIPO. Si nuestro país no hace lo correcto no significa que nosotros no debamos ni podamos hacerlo.
El día a día en una oficina sigue costando, estemos o no estemos. Se cancelan proyectos y se detienen ingresos, la economía se detuvo para todos. Si a ti te afecta, a mí también, si tú no generas, yo tampoco. Nos damos cuenta que todos nos necesitamos y que somos parte del engrane que hace caminar nuestras empresas y, entre muchas otras, somos la “menos” afectada; tenemos la súper ventaja que somos 100% digital y nuestro material de trabajo son la computadora, nuestra mente creativa y nuestros compañeros de equipo, con un jefe enfrentando la situación y dando la cara por nosotros, ¿qué pensaron, que sus canas son de viejito?
Dicen que “En la crisis es donde nacen las mejores inventivas”. Estoy súper convencida que mi equipo es el mejor y más creativo de todos, que si algo nos sobra son ideas y formas de sacar lo mejor de los TIPOS dentro y fuera de la oficina. Por eso somos grandes, porque aun en esta situación de poca libertad, seguimos siendo Tipos Libres… en casa.
Lo que está mal, está mal aunque todos lo hagan y lo que está bien, está bien aunque nadie lo haga
Nuestra responsabilidad como sociedad es #QuedarnosEnCasa y seguir dando lo mejor de nosotros. Nuestro trabajo no tiene por qué cambiar, solo Eduardo -el Tipo Mayor- se aburrirá sin nosotros. Pero realmente lo presencial va más hacia lo cordial que hacia lo esencialmente de trabajo que se puede hacer desde cualquier lugar, hoy lo hacemos desde casa, con las mismas ganas, la misma dedicación pero extrañando el humor que solo los TIPOS poseen.
Así como un virus, la actitud también se contagia y si todos logramos ver y ser positivos, el virus nos vino a salvar a todos.
Ahora tenemos la oportunidad de pasar más tiempo en familia, disfrutar la comida casera de mamá, dormir esos 5 minutos más que siempre pedimos, aprender alguna actividad que por falta de tiempo no hicimos, a explotar nuestra creatividad, aprender a cocinar en familia, consentir a los nuestros y desechar todo lo que ya superamos.
Tal vez el universo trata de decirnos que nada de lo que tenemos vale la pena si no lo podemos compartir con los demás.
Que este virus nos acerque más, que nos haga más humildes y nos vuelva más humanos.